Thursday, March 9, 2017
PROPIEDADES DE LA ARCILLA EN USO INTERNO Y EXTERNO
PROPIEDADES DE LA ARCILLA EN USO INTERNO Y EXTERNO
Hay constancia del empleo de la arcilla desde hace milenios, en todas las épocas y continentes, para curar todo tipo de enfermedades, heridas, afecciones de la piel y problemas inflamatorios.

Los hombres probablemente imitaron a los animales, que buscan en el barro arcilloso el remedio a sus males.
Si bien dejó de utilizarse de manera habitual en el siglo XIX, con la incorporación a la vida cotidiana de los progresos de la química, ya desde la Edad Media fue perdiéndose en Occidente el prestigio terapéutico de la arcilla, menospreciada por la Iglesia.
El abate Kneipp restablece su fama junto con otros pioneros del uso de la arcilla en el siglo XIX como Louis Kühne y Adolf Just, o Julius Stumpf a principios del XX: "Todos fueron víctimas de las persecuciones desatadas por los representantes de la ortodoxia médica, cuando el simple hecho de mencionar la arcilla se prestaba a bromas", sostiene la doctora Marie-France Muller .Las diferentes arcillas están compuestas por silicato de alúmina hidratado en el que se mezclan elementos minerales que producen las diferentes coloraciones, forma de oligometaloterapia a la que la arcilla debe algunas propiedades.

Una buena arcilla debe ser pura y seleccionada por su capacidad de absorción, su extracción reciente y secada al sol, no en un horno pues las temperaturas fuertes disminuyen sus poderes regeneradores.
¿QUÉ APORTA LA ARCILLA?

En su artículo: Salud y belleza con arcillas, fangos y algas, Tikal, Barcelona, 2000, Nuria Langreo sostiene que la arcilla es uno de los mejores aliados y protectores de la salud.
Poderoso desintoxicante que limpia el organismo de toxinas perjudiciales, a la vez remineraliza por los oligoelementos que contiene.
Previene, cura, tonifica y calma, descongestiona, alivia, cicatriza, purifica, absorbe y desinfecta.
Excelente depurador y regenerador de la piel, de las estructuras óseas y de los órganos internos, la arcilla se opone a los procesos patológicos que llevan a los tejidos del cuerpo al endurecimiento y la esclerosis; bebida o utilizada externamente ayuda a frenar el envejecimiento:"El selenio y el litio, oligoelementos presentes en la arcilla, ayudan a ralentizar el envejecimiento", afirma.Todas las arcillas contienen en su bioquímica los minerales y oligoelementos indispensables a todo ser vivo, desempeñando importantes funciones en el cuerpo.
Siguiendo a Núria Langreo, la arcilla aporta sílice (agente remineralizador y antitóxico, importante en los terrenos óseo, vascular, nervioso y respiratorio, actúa sobre las fibras elásticas y en la regeneración de los tendones y la piel),
magnesio (fundamental para el crecimiento de los huesos, permite la correcta asimilación del calcio, drena el hígado, es estimulador biliar, antiséptico y antioxidante, activa la regeneración celular y calma y reequilibra psíquicamente),
calcio (importante en la formación y conservación de los huesos, los dientes y los tendones, imprescindible en la coagulación sanguínea y en la regulación del sistema nervioso),
sodio (con potasio y cloro, regula el equilibrio de líquidos en el organismo), potasio (complementa la función del sodio),

manganeso (forma parte de gran número de enzimas y provoca la acción de otras en los procesos antioxidantes y de producción de energía),
hierro (produce glóbulos rojos en la sangre, favorece la circulación y oxigenación del organismo e interviene en la generación de energía)
y zinc (necesario para el sistema inmunológico, es imprescindible para el crecimiento, la formación de tejidos y la maduración sexual masculina).
Para Núria Langreo, la afinidad existente entre una persona y la arcilla se explica por la presencia en la tierra de sales minerales y oligoelementos iguales a los que se hallan en nuestro organismo: "Por tanto, no es de extrañar que cuando ingerimos arcilla, masticada o bebida, nos nutrimos y nos regeneramos con unos componentes muy familiares. Esto es fácil de comprobar cuando recibimos un análisis médico de sangre y orina que nos detalla las cantidades de calcio, hierro, magnesio, sílice, etc.".
Núria señala que la toma regular de una cucharadita de arcilla disuelta en un vaso de agua en ayunas contribuye a mantener los niveles necesarios de minerales en el organismo, previniendo cualquier carencia: "La arcilla trabaja allí donde hay disfunción, siendo un catalizador extraordinario en la fijación de aquellas sustancias que el cuerpo no supo retener (falta de hierro, vitaminas, calcio, ...). Aparte de su acción reguladora, purificadora y drenante, la arcilla enriquece la sangre, aumentando la cantidad de glóbulos rojos en caso de anemia, y la liberación de toxinas y adherencias nocivas en las paredes arteriales".Ejerce, además, una influencia beneficiosa sobre las diversas glándulas endocrinas (tiroideas, suprarrenales, sexuales), a las que estimula o modera según los casos.
Beneficiosa para todas las edades, la arcilla favorece el crecimiento de los niños y estimula sus defensas, mantiene el estado de buena salud de los adultos y es un excelente tónico del sistema nervioso, regula los órganos del cuerpo (riñones, hígado, pulmones) y frena el deterioro físico de los ancianos y sostiene con sus oligoelementos el sistema inmunitario.
Es una terapia no agresiva para el organismo humano, que raramente presenta efectos secundarios nocivos y que, si se presentan, son reversibles.

Consejos prácticos
La cura de arcilla está indicada para todas las edades y estados de salud, con las debidas precauciones y previa consulta al especialista si hay una enfermedad grave o tendencia al estreñimiento.
Dicha cura debe seguirse según Núria Langreo como mínimo una vez al día durante 3 semanas, en las que pueden aparecer síntomas de desintoxicación como olor y color más intenso de las heces o una depuración de la piel con la aparición de granitos o zonas más húmedas o grasas.
En casos de urgencia como acidez de estómago, afecciones intestinales o malestar general, la preparación de la arcilla puede hacerse al instante, removiendo la arcilla un par de veces en el agua y dejándola reposar 5 minutos antes de beberla. Se toma varias veces diarias hasta restablecer la normalidad, en unos días.Debe utilizarse un vaso de cristal grueso, ya que la fuerza energética de la arcilla puede hacerlo estallar si es de paredes muy delgadas.
Para tratar amigdalitis, aftas o llagas en la boca, flemones y problemas de encías como gingivitis y piorrea, pueden hacerse gargarismos y enjuagues con la mezcla de una cucharada sopera de arcilla y una cucharadita de sal marina añadida a medio litro de agua caliente sin hervir.
La arcilla puede utilizarse también en forma de enemas:"Además de limpiar de toxinas el cuerpo, esta acción higiénica nos permite mantener en sano equilibrio nuestra flora intestinal y regular las deposiciones", en palabras de Núria Langreo,
y para efectuar irrigación o lavado vaginal: "Esta aplicación tan sencilla asegura una buena higiene del aparato reproductor femenino, desapareciendo la pesadez o malestar que producen las constantes inflamaciones en el bajo vientre en muchas mujeres. Es ideal para combatir micosis, vaginitis, cervititis, metritis, etc.".
Las personas con tendencia al estreñimiento que toman habitualmente aceites minerales (parafina) como laxantes, no deben tomar arcilla por vía interna ya que hay riesgo de que se produzca una oclusión intestinal.

Núria Langreo desarrolla una a una, en su guía de tratamientos de enfermedades y dolencias, las posibilidades de la cura de arcilla en combinación con infusiones de plantas y aceites esenciales.
Así, en uso interno y casi siempre a la vez externo, ante abscesos y acné, bronquitis, cansancio, astenia y convalecencia, problemas de circulación sanguínea, parásitos intestinales y colitis, dermatosis y problemas leves de la piel, diarrea, eccemas, embarazo, estados depresivos, gastroenteritis, úlceras y trastornos digestivos, estreñimiento, gota o ácido úrico, fiebre, hemorroides y herpes, hipotensión, intoxicación alimentaria, migraña y dolor de cabeza de origen digestivo o hepático-biliar, nefritis o inflamación de los riñones, regulación del organismo ante diversos olores corporales, inflamación de la próstata, psoriasis, quistes de ovario y fibromas, sudor excesivo y problemas de tiroides y de la vesícula biliar.
TIPOS DE ARCILLA

Arcilla verde
La mejor es la montmorillonita o bentonita, que también puede ser de color pardo o gris, muy rica en magnesio, además contiene silicio, potasio, sosa, cal y fosfatos, y óxidos de hierro, aluminio, manganeso, magnesio y titanio. Es la que más se utiliza, sirve para suavizar la piel eliminando las toxinas de la superficie cutánea y es un ideal para tratamientos de acné.
Excepcional capacidad de absorción y pureza.

Es desintoxicante, remineralizante y absorbente, se utiliza para drenar y remineralizar, por vía externa en cataplasmas espesos o por vía interna para eliminar toxinas y depurar el organismo, en cuyo caso, se recomienda adquirirla en formato de polvo para favorecer mejor su asimilación.

La illita, variedad muy cálcica y pobre en magnesio, se adhiere muy bien a la piel, por su poder de absorción se utiliza para absorber residuos e impurezas, en cataplasmas espesas sirve en traumatismos y contusiones porque hace disminuir la hinchazón de esguinces y luxaciones.
Arcilla blanca o caolinita

En forma de leche de arcilla por su fuerte poder cubriente, su acción antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizante, se prefiere como protectora de la mucosa gástrica e intestinal pues acelera la cicatrización.
Disuelve las fermentaciones y absorbe las toxinas, lo que la hace muy beneficiosa ante la hinchazón del vientre y la intoxicación alimentaria.
Por su efecto de arrastre ayuda a combatir el estreñimiento, y regula el ph.
En uso externo puede aplicarse en forma de cataplasmas, emplastos y mascarillas, es excelente como enjuague bucal y, como polvos, semejantes al talco para los bebés.
Arcilla roja
El color rojo se debe a un mayor contenido de óxidos e hidróxidos de hierro, por su contenido en silicato de aluminio actúa como antiácido de acción local astringente, contrarrestada por el silicato de magnesio purgante que neutraliza la acidez gástrica, pudiendo eliminar pepsina, toxinas bacterianas, productos de putrefacción y tóxicos alimenticios.

La atapulgita, variedad también blanca o verde, es muy utilizada por su fuerte poder absorbente en curas gástricas, úlcera de estómago, colitis y gastritis.
Arcilla negra
La arcilla Negra, también conocida como oro negro se usa en tratamientos estéticos avanzados para combatir el envejecimiento y tratar los problemas epidérmicos provocados por la reproducción celular acelerada tales como la psoriasis o dermatitis. La mejor de esta clase es la del mar muerto, pero es más cara y menos accesible.

Cataplasmas para uso externo
Es la manera más inmediata y fácil de utilizar la arcilla, sin peligro o riesgo alguno.
El metal y el plástico nunca deben entrar en contacto con la arcilla, debe utilizarse una cuchara de madera y un recipiente de vidrio, porcelana, loza, madera o gres.
Como soporte de la cataplasma debe usarse un tejido natural como algodón o lino, pues los tejidos sintéticos reducen la efectividad de la arcilla.

Para preparar la cataplasma, en un cuenco se vierte la arcilla machacada y se alisa la superficie, se cubre con agua lo más pura posible y se deja reposar sin remover.
La cataplasma debe ser de consistencia firme para que no chorree, pero tampoco demasiado espesa.
Se pone la pasta arcillosa sobre una tela gruesa, que tiene que ser mucho más grande que la cataplasma.

La cataplasma a su vez debe cubrir una superficie mayor que la que se pretende tratar con la arcilla, y con una espátula de madera por ejemplo se reparte la arcilla en un espesor de 2 o 3 centímetros sin amontonar.
Se coloca la cataplasma de manera que la arcilla quede en contacto directo con la piel, excepto si hay vello o una llaga, en cuyo caso puede colocarse una gasa fina entre la arcilla y la piel.
La cataplasma debe ser ancha y cubrir bien toda la superficie a tratar, y puede quedar aplicada desde unos minutos a varias horas e incluso toda la noche, según los casos.
Después, una vez que se ha secado, se retira con cuidado, se limpia la piel con agua tibia y se tira la arcilla pues estará contaminada con toxinas.

La temperatura de la arcilla debe adaptarse a la sensibilidad de cada persona y circunstancias.
